Cómo nace un sueño de la nada: El Cercado


«¿Porqué no hacemos un camping?». Echo la vista atrás hacia el momento en que, justo hace veinte años, mi padre pronunció esta frase como de cachondeo, y vuelvo a recorrer en mi memoria la historia del Cercado, entre sueños, ilusiones, dificultades, logros y nuevos retos…

Mi nombre es Salvador Rodríguez, soy natural de Alcútar, una pequeña pedanía de Bérchules, en La Alpujarra de Granada, de donde procede toda mi familia. Desde que era niño siempre me ha gustado crear cosas con mis manos; de hecho, cuando acabé la educación básica me introduje en el mundo de la construcción, siguiendo los pasos de mi padre. Incluso después de haberme ido con dieciocho años de mi pueblo a trabajar a la provincia de Almería, nunca se rompió el lazo que me unía con mis raíces. Con veinticinco años sentí la necesidad de volver y de satisfacer mi mayor ilusión, crear con mis propias manos un proyecto que cambiaría mi vida.
En la primavera del año 2001, durante un fin de semana en que había venido a Bérchules, mi padre sugerió, como de broma: «¿Por qué no hacemos un camping en los “bancales de la ermita”?». Esas palabras estuvieron rondando en mi cabeza durante días, logrando encender la chispa que necesitaba para sumergirme en la búsqueda sobre cómo iniciar ese proyecto.

Salvador padre y Salvador hijo

En septiembre de ese mismo año, justo cuando el mundo estaba mirando a la caída de las Torres Gemelas de Nueva York, yo regresé a mi pueblo. Con los pocos ahorros y recursos de los que disponía, compré tres fincas más junto a las dos que pertenecían ya a mi padre. Una de ellas se ubica en el paraje conocido como “Los corrales” o “El Cercado”, porque antiguamente, cuando los pastores de la playa hacían la trashumancia de su ganado hacia la sierra de Bérchules, hacían noche en esta finca, ya que disponía de un cercado para ello. Por eso nuestro establecimiento quedó bautizado como “Complejo Rural El Cercado”.
En ese momento sólo contaba con el apoyo de mi padre, que me ofrecía todo su tiempo y trabajo, y que de hecho sigue aportando todo su esfuerzo hasta día de hoy.

Construyendo la entrada de El Cercado

Empecé a negociar financiación con los bancos, ya que no disponía de ningún recurso económico, y a solicitar permisos de construcción al ayuntamiento; mi idea en principio era hacer unas parcelas para acampar, unas cinco cabañas de madera y un pequeño bar con piscina para dar servicio a los campistas.
La respuesta tardó dos años en llegar, pero no fue la que yo me esperaba: no me concedieron el permiso para el camping, debido a que no se permitía ese tipo de construcción en un terreno clasificado como “paisaje agrario singular”. Sólo me quedaban dos opciones: abandonar del todo mi proyecto o modificarlo para adaptarlo a la tipología de la zona. No di lugar a la duda: elegí la segunda opción e incluso fui más allá de mi idea inicial. Decidí crear un complejo de turismo rural integrado con la arquitectura típica de nuestra comarca, La Alpujarra, yo mismo lo dibujé y le dí un croquis al arquitecto.
De tal manera que el proyecto se ampliaba, los recursos e inversión necesarios también, llegando a cuadruplicarse respecto a la previsión inicial. Esto no me echó hacia atrás, tuve que renegociar de nuevo con el banco, y conseguí que confiaran en el nuevo proyecto, en mi esfuerzo y trabajo ya que no disponía de otro recurso que avalara la inversión. En ese momento me di cuenta que lo que realmente se necesita para lograr un sueño es constancia, esfuerzo y, sobre todo, mucha ilusión.
Por fin, un 16 de agosto de 2003, el día más esperado para mí, mi padre y yo, los dos solos, pusimos la primera piedra (nunca mejor dicho), y seguimos poniendo una detrás de otra, hasta que el muro de la entrada estuvo listo.

Proceso de construcción de las casas


Nadie dijo que iba a ser fácil; durante dos años y medio seguimos construyendo, gran parte del tiempo mi padre y yo solos, creando con nuestras propias manos esa ilusión. Haciendo frente a todos los obstáculos que se interponían y confiando en el resultado, llegó por fin el verdadero fruto del proceso.

Construcción de restaurante y piscina


En diciembre de 2005, junto con otros miembros de la familia nos preparábamos para abrir y adentrarnos en el mundo de la hostelería. Pero… era todo un mundo desconocido; me di cuenta de que el reto solo acababa de comenzar. Siempre he contado con todo el apoyo, esfuerzo y constancia de toda mi familia, y estaba seguro de que gracias a ellos lo iba a conseguir.

Foto de familia en 2017


Ahora sí, llegaba ese día que se quedará siempre grabado en mi mente, el 15 de diciembre de 2005. Llenos de nervios, de emoción, de ilusión… y cantidad de sentimientos que se me hace difícil expresar con palabras, abrimos las puertas al público, y con ello, a una nueva etapa de mi vida.
Desde el primer momento apostamos por productos de calidad y, siempre que sea posible, de La Alpujarra. Durante los primeros años hicimos formación, asistimos a ferias y eventos que nos hicieron coger experiencia y conocimiento en el sector. Conseguimos abrirnos un hueco en el mercado, y no tardó en llegar el reconocimiento y la apreciación de los clientes, como demuestra el alto número de los que volvían a visitarnos.
En 2008 empieza a llegar la recesión económica y se empieza a notar ese bajón. Con el transcurso del tiempo no había indicios de que se acercase el final de la crisis. Entendí que debía de hacer algo para poder seguir adelante y mantenerme, por lo que decidí construir un centro SPA Wellness para diferenciarme en el mercado y atraer nuevos clientes.

Construcción de SPA


Nos volvemos a formar en este sector de salud y belleza, haciendo formación de quiromasaje y estética, incorporando tratamientos corporales y gran cantidad de técnicas de masaje. Este fue un momento de gran crecimiento y satisfacción personal para mí, una de las áreas donde me siento mas valorizado. De hecho las experiecias recibidas en el SPA son de las mas valoradas por nuestros clientes..


Durante todo este tiempo hemos tenido un compromiso con la naturaleza que nos rodea. El Cercado es un establecimiento totalmente respetuoso con el medio ambiente: utilizamos energías completamente renovables, cáscara de almendra recolectada en La Alpujarra para la calefacción y agua caliente de todo el complejo, en el 2020 hemos incorporado una instalación de 25kw con placas solares fotovoltaicas para autoconsumo, además de un cargador de coches eléctricos.


Este año la vida nos ha puesto un nuevo obstáculo con la situación actual que todos estamos viviendo debido al covid-19, el miedo a contagiarnos o contagiar y perder a personas queridas ha cambiado la forma de vivir, de relacionarnos y al sector de la hostelería ha sido fuertemente afectado. Es un nuevo reto al que nos estamos adaptando día a día, desde El Cercado estamos reinventando nuevas ideas para adaptarnos a esta situación


Esta es nuestra historia, que ha convertido un pensamiento en una realidad gracias a la constancia, esfuerzo, y polivalencia, como la historia de muchas otras personas que día a día se esfuerzan para sacar su sueño adelante.
Gracias por vuestra confianza, Para nosotros, contar con vuestro reconocimiento a nuestro trabajo es lo que más nos motiva a seguir adelante y mejorar constantemente, nada de esto sería posible sin vosotros.

Salvador Rodríguez

Vista panoramica